TIENES UN NUEVO InMAIL

¡Oh! Una persona ha visitado mi perfil de LinkedIN y me manda una solicitud de conexión, ¿Quién será? Hmm, parece ser que no le conozco, y que tampoco compartimos absolutamente nada en común. Bueno, nunca se sabe, vamos a aceptar.

5 minutos más tarde: - Hola Marc, encantado de saludarte, me parece muy interesante tu perfil + [texto de cortesía] +, ¿cuándo podemos vernos para venderte este producto?

¿os suena? Estoy seguro que sí.

No critico el trabajo comercial, todos vendemos desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir, pero la nueva puerta fría, que podemos llamarla “InMail frio”, da la posibilidad de bombardearnos constantemente a campañas requiriendo un esfuerzo nulo por parte del agente que hay en la otra punta del cable de fibra óptica.

Lo veo como cazadores que disparan con metralletas y balas ilimitadas al cielo esperando matar a su perdiz, sin importar si molestan al resto de fauna que les rodea.

¿Promociones comerciales? Si, por supuesto, siempre que sean segmentadas e identificando si estamos interesados o tenemos tiempo para escuchar en ese momento, si tenemos una necesidad que encaje y, sobre todo, sin insistir. Aviso para navegantes: Si no hay predisposición, aunque tengas la capacidad de crearme una nueva necesidad, no lo lograrás.

Me encantan muchos de los proyectos descubiertos de la nada (¡algunos no los he podido contestar aún, pero lo haré!), aunque el 90% lo considero spam. No me gustaría que mi bandeja de entrada se convirtiera en el cajón desastre de miles de promociones que no deben ir dirigidas a mí. Cada día, la publicidad trata de personalizar más la experiencia del destinatario, deberíamos cuidar las promociones que mandamos bajo nuestro nombre y apellido, ya que hablan tanto de ti, como de la marca a la que representas.

De no ser así, todos vamos a tener que pensar detenidamente, si aceptamos la invitación de un nuevo desconocido 😉