LOS CAMBIOS SON INMEDIATOS

Estas últimas semanas, nos invitan a reflexionar sobre nuestras vidas, y de bien seguro que hemos localizado algún punto que nos gustaría variar de nosotros mismos. No obstante, solemos posponer este cambio por suponer demasiado tiempo realizarlo. ¿Seguro?

Puede que te hayas preparado durante semanas, meses o años para realizar un canje, sin embargo, se produce en un solo segundo: el momento en que decidimos hacerlo y pasar a la acción.

Cuantas veces hemos oído a alguien decir: –“He tardado años en hacer este cambio en mi vida”. ¿Acaso es el tiempo una variable de la transformación?

La idea que os quiero transmitir es aplicable a toda variación que dependa única y exclusivamente de nosotros mismos. En realidad, estos son los cambios importantes: los que uno mismo decide empezar de nuevo, renunciar a algo o transformar una parte de su vida. Como optar por un modo de vida más saludable, variar la forma de relacionarse con su entorno o de verse a sí mismo, o incluso dejar una relación, entre muchos otros.

Tendemos a considerar el cambio como un proceso que va desde el primer pensamiento hasta la consolidación final de los efectos que éste acaba produciendo en nosotros. Pero la verdad, es que la transición se produce en un sólo instante. El segundo en el que tomamos la decisión de pasar a la acción será el que va a permutar el resto de nuestra vida.

Si estamos convencidos de lo que queremos y de lo que vamos a hacer, podemos hacer tantos cambios como queramos. Hasta ser quien queramos ser, las veces que queramos y en caso de ser necesario, reorientarnos hacia otras direcciones: sólo hay que tener claro nuestro destino. ¿No te gusta algo de tu vida? ¡Cámbialo!

¿Tan fácil es? Todo dependerá de nuestra convicción. Si estamos plenamente concienciados, no habrá vuelta atrás. Solo será necesario mantener esa tenacidad en un proceso que psicológicamente puede generar turbulencias los primeros 21 días y, a partir de ese momento pasaremos a consolidarlo en nuestro día a día inconscientemente.

Si a veces no nos planteamos cambiar por el tiempo que nos supone tomar la decisión, empecemos a buscar otras excusas, pues estos pueden ser inmediatos. Lo que requerirá tiempo es la adaptación a la nueva realidad, qué, al fin y al cabo, es la que deseamos alcanzar al tomar la decisión.

Hoy puedes empezar a ser una mejor versión de ti, ¿a qué esperas?